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A veces cuando algo sucede, pensamos que no debería haber ocurrido así. Por eso sentimos, cuando muere un ser querido, cuando perdemos unas elecciones, cuando sufrimos cualquier derrota, que todo ha terminado. Y no es verdad. Ése es el principio siempre. Porque la grandeza se alcanza, no cuando todo va bien, sino cuando la vida te pone a prueba, cuando tienes un gran tropiezo, cuando te decepcionan, cuando la tristeza te invade. Porque solamente estando en lo más profundo del valle, puede saberse lo magnífico que es estar en la cima de una montaña.

Debo admitir que no eras parte de mi libro. . . Pero ahora tu eres el comienzo y el final de cada capitulo. . .

Pasa el tiempo, y las personas cambian.

Y eras tú la que decías que todo seguía igual, que nada cambió. Pero que quieres que te diga, para mi si han cambiado las cosas. Para mi, no eres la misma persona, es como si fueras otra que nunca conocí. Aquella que solo quería a ciertas personas cuando no estaban las otras. Aquella que cuanto más le dabas, menos recibías. Que solo me llamabas cuando te sentías sola. Pero, esto, al fin y al cabo me da igual, porque lo que más me fastidia de todo, es que digas que no cambian las cosas, que siempre te tendré cuando no has echo ni una pequeña parte de las qe hice yo por ti. Así que ya no te reconozco, ya no me acuerdo de como te llamabas ni de los momentos que vivimos así que, un besazo muy fuerte y si alguna vez me notas rara no preguntes por qué, ahora seré yo una extraña desconocida que estará esperando a volver a ver a la persona de antes, la que me hacía reir con cualquier tontería, la que pasaba horas y horas conmigo y nunca nos cánsabamos de estar juntas. Pero una cosa si te digo, esos momentos los guardo, que no se te olvide.